Si quieres visitar un lugar realmente sorprendente, unos de los pueblos más pintorescos de la provincia de Albacete, ven a Alcalá del Júcar y disfrutarás de un paisaje excepcional, donde la naturaleza juega un papel realmente importante.

Muchas casas rurales en Albacete tienen una arquitectura peculiar, como por ejemplo las de este pueblo del que hablamos hoy. Se encuentran excavadas en la montañas, adaptadas al terreno de calles estrechas y empinadas.

La actividad principal de sus habitantes se centra en la agricultura y la ganadaría, aunque en esta última década, se ha incrementado la oferta turística, debido al aumento de la demanda de infraestructura turística. El aumento de los restaurantes y actividades de ocio y tiempo libre es realmente considerable.

Dispones de casas rurales en Alcalá del Júcar donde pasar unos días de tranquilidad en plena naturaleza, disfrutar de gran variedad de actividades, centradas para disfrutar al máximo de todo lo que te ofrece esta localidad, que no es poco. Visitar su castillo desde el cual puedes observar la hoz que forma el río, es una actividad que no puedes dejar escapar.

El Castillo de Alcalá del Júcar está constituido por un torreón pentagonal, y dos torrecillas con una planta circular, en el exterior existen todavía restos de la muralla primitiva de la población. El Castillo se erigió en un principio como obra musulmana pero posteriormente, con el avance cristiano de Alfonso XIII, pasó a lado cristiano hacia el año 1213.

Otros lugares de interés en Alcalá del Júcar son las cuevas que se pueden visitar. La población se encuentra ubicada en la ladera sur, zona más abrupta de la montaña. Las casas se han ido adaptando al terreno, de manera que las casas en esta parte se encuentran en el interior de la montaña formando las famosas cuevas de Alcalá del Júcar. Tres de estas cuevas que se pueden visitar son las de Masagó, Diablo y Garadén.

Otro de los monumentos que podrás visitar en este encantador pueblo de Albacete, es la Iglesia Parroquial, con forma de cruz latina y estilo gótico tardío en su bóveda. El puente romano cobró gran importancia, ya que se convirtió en aduana, además de ser paso obligado del Camino Real de Castilla hacia la zona del Levante.

También puedes visitar la Ermita de San Lorenzo, situada a tres kilómetros de la población, del año 1579, aunque sufrió un hundimiento y fué restaurada en 1742. Con una decoración en su interior de estilo neoclásico, en 1993 fué restaurada de nuevo en su parte interior debido al deterioro que sufría la parte del retablo. Fué restaurada con piedra natural de Alcalá labrada y colocada artesanalmente pieza por pieza.