Lindando con Portugal, nos trasladamos a Ribadavia, Ourense, en la comarca de Ribeiro, donde confluyen los valles del Miño, Avia, Arnoia y Barbantiño. Rodeada de bellas y frondosas montañas y de 3.000 hectáreas de viñedo, la zona de Ribadavia es sinónimo de enoturismo y, además, de un turismo rural cada vez más en alza. ¿Te gustaría practicar turismo rural en Ribadavia?

Los primeros pobladores de Ribadavia fueron los celtas quienes, aseguran las leyendas, se quedaron plasmados por la belleza de los paisajes, sus minas y sus montañas. Sus aguas termales, aún hoy uno de los motivos para practicar turismo rural en Ribadavia, les conquistaron. Y pese a que en el siglo VIII la invasión musulmana arrasó esta región de Orense, fue reconquistada y reconstruida por el rey asturiano Alfonso III, hijo de Ordoño I, cuyos progenitores levantaron fortalezas e iglesias por doquier durante siglos y siglos.

Hasta bien entrado el XIX, Ribadavia aún no tenía ferrocarril y era un municipio completamente agrícola. Una característica intrínseca de su personalidad donde Ribadavia ni quiere, ni le apetece perder. El turismo rural en Ourense está cada vez más de moda y alquilar una casa en Ribadavia también. La espectacularidad de la naturaleza que le rodea y sus viñedos, son dos importantes hándicaps para volver. Pero no solo eso, también lugares de interés en Ribadavia como su castillo, la capilla prerrománica de San Xes de Francelos, la sierra del Suído, donde se encuentran los singulares chozos, su barrio judío y sus bonitos pazos.

De todos, el río Avia es el que recorre esta población de apenas 6.000 personas y a tan solo 25 kilómetros de Orense. Una zona excepcionalmente bien comunicada para acercarse a practicar turismo rural en Ribadavia. Te sorprenderá el museo etnológico, la capilla de Nuestra Señora del Portal que mezcla diferentes estilos, iglesias de la época medieval y que aún se conservan como la de San Xés, San Xoán o la de Santiago, de estilo gótico. Una excursión al pazo de Quintáns, dentro de la localidad, es siempre una experiencia positiva o visitar el famoso templo de San Francisco del siglo XVII.

Sus viejas y estrechas calles, adoquinas junto al paso del tiempo, dibujan un escenario que desprende cierta nostalgia. Imágenes bucólicas, rodeada de una gran naturaleza gracias a un clima frio y lluvioso que incluso le otorga un clima de cierto misterio. Practicar turismo rural en Ribadavia es también un buen destino para la desconexión y el relax que estos parajes gallegos aseguran al visitante.