Disfrutar de la naturaleza y del aire libre se ha convertido en algo más necesario que nunca. Respirar aire puro, escuchar los sonidos del aire moviendo la copa de los árboles, dejarse envolver por los rayos de sol y hacer algo de ejercicio son una perfecta vía de escape para el estrés y las preocupaciones. Por eso, el senderismo está cobrando auge, y cada vez son más los que se animan a practicarlo.
Afortunadamente, España cuenta con dos factores que ayudan, y mucho, a disfrutar de esta actividad. Por un lado, un sinfín de lugares maravillosos donde la naturaleza muestra su cara más hermosa. Por otro, una magnífica infraestructura de alojamientos rurales en todos y cada uno de esos sitios. Alojamientos que, además, cuidan hasta el más mínimo detalle para que la estancia en ellos sea inolvidable.
Aprovechar el fin de semana, un puente o, por supuesto, las vacaciones para disfrutar de esa calma que solo se respira en plena naturaleza y para practicar una actividad tan saludable y relajante como el senderismo es un plan perfecto. Pero como en todo, y especialmente en el caso de principiantes, es importante tener en cuenta algunas cuestiones básicas.
Elegir una ruta adecuada
En España hay miles de rutas de senderismo y, por supuesto, no todas son aptas para principiantes. El consejo más importante es elegir alguna ruta asequible y, solo cuando se haya comprobado la resistencia, animarse a probar con rutas algo más exigentes. Esta cuestión no supone un gran inconveniente, ya que la red de senderos es inmensa.
Por eso, antes de aventurarse en rutas largas o exigentes como pueden ser la de los Galayos en Ávila o la de los Picos del Infierno en Huesca, conviene buscar alguna más fácil. En el caso de participantes, son perfectas algunas rutas en el valle del Jerte en Cáceres, en el cañón del río Lobos en Soria, la ruta del Cares en Asturias o incluso muchos de los tramos del Camino de Santiago.
También habrá que elegir rutas de escasa dificultad si se tiene pensado practicar senderismo con niños. Es una actividad que suele gustarle mucho, sobre todo si se realiza en zonas con algo especial. Ejemplos también hay muchos: la ruta del agua en Chelva (Valencia), las de el Volcán de Croscat en la zona de la Garrotxa (Girona), la senda de los dinosaurios en Enciso (La Rioja), etc.
Lo que no debe olvidar un principiante
Una vez elegida la ruta que se va a realizar y el tiempo que va a llevar, hay otras muchas cuestiones que deben tener en cuenta aquellos que son principiantes y que pueden evitar más de un disgusto. El senderismo no es echar a andar sin más por cualquier sitio que parezca bonito. Es una actividad que se puede disfrutar de mil formas diferentes y que necesita de una buena preparación.
Lo primero y más importante es la equipación. Incluso en el caso de rutas de senderismo de escasa dificultad, es importante llevar calzado y ropa adecuados. El calzado evitará caídas y lesiones, por eso, la recomendación es llevar botas de trekking. En cuanto a la ropa, debe adecuarse a las condiciones meteorológicas, pero debe ser siempre transpirable. Además, conviene llevar un chubasquero y algo de abrigo, nunca se sabe cuándo puede cambiar el tiempo.
Y precisamente es la climatología una cuestión que los principiantes nunca debe pasar por alto. Si las previsiones no son buenas, mejor dejar la ruta para otro día. Hay que tener un cierto grado de experiencia para desenvolverse con soltura en condiciones adversas.
¿Qué más cosas se deben tener en cuenta para practicar senderismo con seguridad?
La lista es larga, pero hay cuestiones esenciales: llevar gorra y bastones; no olvidar el protector solar y un botiquín; llevar suficiente comida, preferiblemente energética, y agua; por supuesto, salir con el móvil bien cargado, por algún imprevisto y para hacer miles de fotos; y muy importante sobre todo en principiantes, es no salir solo e informar de la ruta.
Siguiendo estos sencillos consejos y eligiendo un buen alojamiento rural cerca de la zona en la que se quiere practicar el senderismo, la experiencia será tan divertida como enriquecedora. Sin duda, los mejores motivos para aficionarse a esta práctica y para disfrutar de esos pequeños placeres que la naturaleza nos ofrece.