¿No sabes dónde ir estas vacaciones con tus hijos? ¿Te cuesta buscar un plan que equilibre su deseo de actividad con cosas que hacer con tu pareja? En este artículo te traemos la solución ideal para el próximo verano: turismo rural y casas rurales.

En muchas ocasiones, cuando tenemos hijos, siempre solemos pensar en planes que podemos hacer con ellos y que les pueden gustar: Parques de atracciones, museos adaptados… Sin embargo, todas estas cosas rara vez son atractivas para los adultos. Por eso, unas vacaciones de 10 pasan por algo que integre nuestra necesidad de tranquilidad y reposo con la necesidad de nuestros hijos de acción y diversión. El turismo rural puede ser la clave.

Así, en primer lugar, hace falta saber que alojarse en una casa rural es muy diferente a hacerlo en un hotel. En vez de tener que molestar a los demás huéspedes y tener que acomodarnos en un lugar de dimensiones muy reducidas, en una casa rural tenemos muchísimo más espacio a nuestra disposición. Y esto, como bien saben los padres, no es sólo comodidad, sino también tranquilidad.

Lo mejor del turismo rural

Pero tener más espacio y estar a nuestro aire no es lo único bueno que tiene el turismo rural y pasar el verano en una casa rural. Las casas rurales son un planazo en sí mismo. ¿Que qué puedes hacer en una casa rural con tus hijos? Pues de todo. Desde hacer manualidades con ellos hasta disfrutar del jardín y poder jugar al aire libre, pues hay una gran variedad de casas rurales de las que disfrutar y que se adaptan a cada uno.

Otra de las ventajas de ir de vacaciones a una casa rural es, sin duda, también, un mayor contacto con la naturaleza. Y es que la mayoría de las casas rurales suelen estar en lugares de ensueño y paradisíacos en los que se pueden hacer cantidad de actividades de ocio en familia como senderismo, ciclismo o muchas otras cosas más… ¡No digamos ya si la casa rural en cuestión tiene piscina o está en una zona de costa o con un río!

Comer bien es también una de las preocupaciones que tienen las familias. Al hacer turismo rural en una casa rural podremos solucionar este problema y cocinar nosotros mismos nuestra comida. ¿Quién dijo que disfrutar de unas lentejas caseras fuese imposible cuando estamos de vacaciones? Las casas rurales no sólo nos permitirán cocinar por nosotros mismos sino, también, descubrir la gastronomía y los productos locales, hablar con los lugareños y aprender.

Por último, otra de las grandes ventajas que tienen las casas rurales a la hora de viajar en familia es, sin duda, la libertad y la intimidad que nos ofrecen. No sólo podemos viajar con nuestra pareja y nuestros hijos sino que, también, podemos hacerlo con amigos o con otros miembros de la familia. Como hay casas rurales para todos los presupuestos y de todos los tamaños, lo más seguro es que encontremos muy fácilmente el tipo de alojamiento que estábamos buscando. ¿Y tú? ¿Ya tienes plan para este verano?