Poco más de 200.000 habitantes, de los cuales una cuarta parte habitan en la capital homónima, residen en esta Comunidad que puede presumir de ser una de las provincias más aclamadas por el turismo rural. Huesca es grande y vive poca gente, y quizás ahí se encuentra su secreto. En Huesca predomina la naturaleza, sus montañas y sus ríos, sus auténticos habitantes. Alquilar casas rurales en esta provincia cercana a los Pirineos es una apuesta por unas vacaciones tranquilas, naturales y de gran belleza paisajística.

Huesca es una provincia con tanta historia como naturaleza puede presumir. Los íberos la denominaron Bolskan y llegaron a acuñar una moneda local propia. Los romanos la situaron como una de las capitales educativas de su imperio en la Península con la implantación de un centro de estudios latinos para los hijos de los nobles hispanos. Y para los árabes, era la ciudad más alejada del epicentro de Al-Andalús a la que no se debía quitar ojo. Huesca era un territorio salvaje, natural, poco habitado. Y la naturaleza, para bien y para mal durante siglos, fue la principal protagonista. Hoy, es prácticamente su motor económico gracias a la gran amalgama de casas rurales en Huesca que alquilar y que disfrutar durante cualquier parte del año.

Huesca es un destino con encanto y en gran parte por su cercanía a los Pirineos y al Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido. Este último recibe cada año la visita de más de 600.000 visitantes, es el segundo parque natural más antiguo de España donde su altitud puede llegar hasta los más de 3.300 de Monte Perdido y su gran belleza e importancia natural le han valido ser Patrimonio de la Humanidad por la Unesca. Comprendido entre los municipios de Bielsa, Fanlo, Puértolas, Tella-Sin, Torla-Ordesa y Broto, visitar este parque es uno de los grandes reclamos de alquilar una casa rural en Huesca. Más de 1.400 especies en flora,  112 comunidades vegetales, 38 especies de mamíferos y un largo etcétera. Por no hablar de los Pirineos, uno de los lugares de interés de Huesca más importantes que dibujan en su parte norte un manto blanco de ensueño y unas montañas dignas de las mejores fotografías aéreas. La práctica de deportes como el esquí o el montañismo, entre otros, son toda una referencia en turismo rural en España.

Recorrer los pueblos con encanto de Huesca es descubrir interesantes lugares de ambiente tranquilo, de días largos y silenciosos, de una naturaleza brillante y desbordante, y de una gastronomía basada en productos de caza que merece la pena degustar. La gran oferta en casas rurales en Huesca es todo un privilegio para el turista, que puede elegir entre pueblos con tanto encanto como Morillo de Liena, Fanlo, San Juan de Plan, Asque, Arguis, Aínsa, Fiscal, Broto, Bonansa, Chía, Laspuña, Lanuza, Artasona, Alquézar, Palo, Parzán, Labata, Sarvisé, Saravillo, Isín y muchos más. Rincones donde desconectar y, cómo no, abrigarse y mucho durante las épocas más gélidas del año.